Bienaventurados los que son positivos, porque conocerán la cara sublime de la vida.
Bienaventurados los que no critican, porque tendrán creatividad.
Bienaventurados los enamorados, porque son los únicos que están vivos.
Bienaventurados los que explotan de alegría por respirar, porque tendrán vida en abundancia.
Bienaventurados los que llegan al orgasmo, porque el Big Bang es Eso en todo momento.
Bienaventurados los que practican meditación, porque vencerán a la muerte.
Bienaventurados los que aman y cuidan su cuerpo, porque es el templo de lo divino. Bienaventurados los de mente abierta, porque se liberarán de la falsa moral y el pecado.
Bienaventurados los místicos no dogmáticos, porque conocerán la libertad suprema.
Bienaventurados los solitarios, porque podrán unirse con otros.
Bienaventurados los que no se manejan por las creencias, porque aprenderán por experiencia propia.
Bienaventurados los de corazón sano, porque tendrán inocencia.
Bienaventurados los que entienden lo que sienten, porque serán sabios.
Bienaventurados los que actúan sin interés, porque se les inflamará el alma de gozo.
Bienaventurados los que son como niños, porque jugar será la ley de su vida.
Bienaventurados los que realizan su destino, porque vivirán en paz.
Bienaventurados los que tocan, huelen, ven oyen y gustan,porque sentirán sin represión.
Bienaventurados los que no tienen miedo, porque estarán protegidos por el amor.
Bienaventurados los que viven sin culpa, porque se les abrirán los caminos.
Bienaventurados los que hacen de su día un regalo a la vida, porque la vida lo devolverá doblemente.
Bienaventurados los que son simples y celebran, los que aman y cantan, los que danzan y crean, los que viven el presente, los buscadores conscientes, los que no se apegan al pasado ni temen al futuro, porque ellos verán a Dios riendo eternamente.
Tomado del libro “El arte del Tantra”
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